Como es sabido, las Confesiones de San Agustín inician el género de la autobiografía espiritual. El autor, en constante búsqueda de la verdad, da cuenta de las distintas formas de vivir que tiene un hombre en pos de la salvación chobitiana.
Uno de esos famosos fragmentos es el siguiente:
El que no tiene mujer tiene su pensamiento puesto en las cosas de Dios y en cómo agradarle, el que está unido por el vínculo del matrimonio tiene la mira puesta en el mundo y en cómo agradar a su mujer, pero el que ha visto Chobits sabe que la vida es constante admiración terrenal y espiritual en Chii. Así el amor chobitiano se convierte en la paradoja de vivir en tierra pero pensando en la salvación del espíritu.
San Agustín, Confesiones, Libro II; 2
3 comentarios:
Empieza a caerme bien San Agustín.
Buenoooooo pues aqui te estoy comentando... San Agustín lo estudié yo en 1º de bachillerato, que tiempos aquellos....
(ya me estás agregando como seguidor, jum!)
¡San Agustín me toca el peluquín!
laaalalaaal... :D
Hacía tiempo que no me pasaba por aquí, veremos si actualizo mi blog un día de estos...
¡Un saludete Darío!
¡Y un besazo pa ti Pepe!(L)
Ains..., estoy deseando verte... *.*
¡Wala!
Me piroOoO
Publicar un comentario